»

Ubicación actual:

Inicio | Archivos | Texto | Prensa | DM Remix: Personal Fest 09

Argentina Mode en InstagramActualizaciones del SitioArgentina Mode en InstagramArgentina Mode en TumblrArgentina Mode en Google+Argentina Mode en YoutubeArgentina Mode en TwitterArgentina Mode en Facebook

 


Depeche Mode Remix: Personal Fest 09
Entrevista a: Nota general
Revista: Remix (Nº 155)
Por: Marcelo Fernández Bitar
Fecha: Noviembre de 2009
Un agradecimiento a Andrés Orellana.

Sub-Navegación «
Recortes Periodísticos

Conferencias/Anuncios

Entrevistas

Galería de Imágenes

Radio

Lanzamientos

Video clips

Conciertos

Documentos

Exclusivas

Electronic Press Kits
Proyecciones - Tours

Versiones Bare

Presentaciones en TV

 

 

Imágenes

 

 

 

 

Transcripción


DEPECHE MODE REMIX
Vinieron otra vez para el Personal Fest. Y lo mejor que queda es mirar atrás. A 28 años de su comienzo, 28 años de peligro, inocencia, y el mejor pop que podamos pedir. Dave Gahan, Andy Fletcher, Martin Gore. No queda otra que celebrarlo, con la historia que casi nadie sabe.

Los mearon. Aunque no era pis de verdad. Fue en enero de 1981 y el Cabaret Futura era uno de los clubs más deformes de London en una era en donde London era realmente deforme. Ahí, podían convivir el nuevo technopop y grupos de terrorismo arty como el Event Group, con ciertos problemas. Desde la terraza del Futura, el Event Group derramaba orina falsa sobre Andy Fletcher, Vince Clarke, Martin Lee Gore y David Gahan que eran todos de Basildon, Essex, no tan lejos de London, ninguno de más de 21 en edad. Nadie entendió el chiste. Richard Strange, propietario de Futura tiene un tape del momento. "Tenían cara de nenes como querubines, llenos de arrogancia nerviosa" dice. Un mes más tarde, su primer single a 45 rpm, "Dreaming of Me." Eso fue hace mucho tiempo.

Depeche Mode, si hizo algo, es volver al pop algo que no te avergüence. Es como bailar en el Titanic. Estamos aquí, todavía somos jóvenes, y no queda otra respuesta que seguir bailando. Entre la melancolía teenager sincera y fascinante, o un sex appeal que derrite pantalones de cuero. No importa, somos más humanos todavía. Y las canciones, o las mejores de ellas, pueden levantar un imperio. No hace falta elaborar mucho al respecto. En 1977, en Basildon, No Romance In China, o el duo de covers de Beatles y Stones por Fletcher, que es anormalmente alto, y Clarke, que es muy petisito, no era capaz de un imperio. Luego, en 1979, conocen a Martin Gore, que además de trabajar en un banco, tenía un sintetizador Moog Prodigy y una máquina de ritmos. Estaba perfecto, en la era de Kraftwerk, Gary Numan y Tubeway Army, Bowie transmutado gracias a Brian Eno, Ultravox, o Human League antes de las chicas coristas. Martin: "Lo tuve por un mes antes de darme cuenta que había otros sonidos además del 'Waaaaa!' No tenía ni idea de cómo programarlo." Fletcher: "No sabíamos un carajo de música, pero no hacia falta para salir y decir algo." Entonces, Composition of Sound. Martin: "Eramos un desastre, no duramos más de tres shows con ese nombre." Luego, según Fletcher "Conocimos a Dave, buscando cantante. Lo escuchamos haciendo 'Héroes' de Bowie y nos pareció bien." Eso es en 1980. Dave: ''Hacía falta un nombre. Así que se me ocurrió Depeche Mode. Lo saqué de una revista francesa." Suena bien.

Hay un demo, que llevan a Rough Trade, una disquería que luego fue sello y editó cosas cruciales como The Smiths, a ver si vende. Y los indican a Daniel Miller, productor y agitador, que había editado su propio single muy cochino y extraño, "Warm Leatherette", y tenía un sello, Mute,; con bandas ultra de culto y ultra mutantes como Deutsche Amerikanische Freundschaft, o Boyd Rice. Martin: "Le pusimos nuestro demo, que tenía 'Photographic', y puso cara de asco. Salimos pensando que era un hijo de puta". A ese hijo de puta, se lo encontraron meses más tarde. Eran soportes de Frank Tovey, o Fad Gadget, uno de los números electrónicos más fascinantes que puedan imaginar, y que antes de morir en 2002 fue su soporte en el tour de "Exciter", irónico como suene y Miller estaba bailando "Photographic" al costado del escenario. Miller: "Los firmé a Mute. No sabia si podía llevarlos al Top 75, pero iba a intentar". Nohabia mejores ofertas. Martin: "Un nigeriano rasta nos quiso llevar a Nigeria a tocar, pero si nos disfrazábamos de aliens." Clarke era el songwriter, se lo tomaba todo en serio, y tenía el instinto suficiente como para fabricar un hit. "Just can't Get Enough", por ejemplo. O "Nodisco". "Speak and Spell", con el cisne envuelto en plástico en la tapa, sale por Mute, octubre de 1981. Las críticas eran tibias. Sounds y Melody Maker dijeron que estaba OK, y ya. Había contemporáneos technopop más interesantes, OMD, Japan, y el primer LP de Soft Cell, o primero de New Order: todo eso es 1981. Clarke se va. Gahan: "Empezamos a convertirnos en estrellas pop, nos criticaban por ser adolescentes, porque nos importaba un carajo ; era la onda, y Vince no quería salir de gira. No quería ser famoso." En un ensayo, justo antes de lanzar "Speak and Spell", Vince muestra un par de canciones, y se va al baño. El resto de la banda dice a sus espaldas: "Son terribles, no las vamos a hacer." Vince se da cuenta de qué va todo, y renuncia. Después hizo Yazoo con Alison Moyet, o Erasure. Martin: "Se te va tu compositor principal. Así que deberías preocuparte.

Con más de 60 mil personas en el Rose Bowl de Pasadena, California, en 1988, ya no deberías preocuparte tanto. La coronación del tour Music for the Masses, en un estadio 10 veces más grande de lo que habían tocado antes. Ni estaban en el Top 40 americano. En el backstage, D.A Pennebaker, el rockumentalísta que ya había filmado a Dylan y a Bowie era Ziggy Stardust, filma a Gahan con jeans blancos y su culo casi perfecto, mientras juega al pinball y canta "Love is a Drug" de Roxy Music. El show es épico. 1,3 millones de dólares en venta de tickets, los fans más excitados que vieron en su vida. Ni estaban en el Top 40 americano siquiera. Todo esto lo ven en el film "101". Fue un proceso de curación musical, de obsesiones con el sonido industrial, con el rock de guitarras, el sexo, la tragedia y la culpa, a través de LPs que son el cuore de cualquier seguidor Depeche, como "Black Celebration" o "Some Great Reward", y el rol de Alan Wilder como verdadero músico en Depeche Mode, o Martin Gore, que es la verdad en Depeche Mode, porque lo terminó escribiendo todo. Todo esto se ve cristalizado en "Violator", marzo de 1990. "Personal Jesús" y "Enjoy The Silence". Ganan: "De repente es cool escuchar Depeche Mode." Se habían dado cuenta en Detroit de que eran dioses del techno: la banda más blanca del mundo era acosada por fans negros en una disco. Lo llaman a Francois Kervorkian para labores de mezcla. Y los clips de Antón Corbijn, con la banda como cowboys me-gasexuales, o Dave como el rey solo, con capa y silla plegable, definen una era, o el fin de una era. Vendieron millones. "Halo", "Policy of Truth" y "The Sweetest Perfection" son el temblor de la entrepierna mundial.
"Songs of Faith and Devotion", de 1991, que tuvo el poder sexualón de "I Feel You", hasta el gótico imperial de "One Caress . y el tour Devotional con todo lo que se ve firmado por Corbijn cierra la fórmula. Noviembre de 1991. Depeche Mode llega a Buenos Aires, la primera vez, estadio Vélez. Martin Gore va a un McDonald's de calle Lavalle. Pide un McFish, le dicen que no hay, y se decepciona. El show fue memorable, pero todos se iban por el toilette. Los últimos cuatro meses del tour fueron sin Fletcher: "Pensé que tenía un tumor cerebral de lo loco que estaba, no podía pensar ni comer. Después me dijeron que era un colapso nervioso." Martin: "Eramos muy inocentes, hasta Violator. Después las presiones se triplicaron. Yo bebía muchísimo. Salí de una reunión, después de dos horas de sueño en días, y empecé a golpear mi cabeza contra el suelo." El médico le dijo que no beba más. Gahan: "Yo me sentí muy mal, fui a mi hotel y me inyecté. Quería vivir la vida del rockero egoísta sin que me juzguen, convertirme en un monstruo. Necesitaba heroína a la mañana y a la tarde. Sin ella, me daban escalofríos. Me tiré al fuego y pensé que era divertido. Wilder, en la grabación de "Songs of Faith and devotion", vio las jeringas de Dave, y se espantó.' Termino el tour y se fue corriendo harto de todo, tras un disco que fue directo al number one en Inglaterra y Estados Unidos. Dave: "Mi mujer, Teresa, tambien se inyectaba. Me dijo que quería un bebé. Le dije que no. ¡Eramos adictos! No podía mear ni acabar. Estaba en una cascara sin alma." 1995. Dave: "Robaron toda mi casa en Los Angeles. Desde mis Harleys hasta los cubiertos. Fui al hotel Sunset Marquis, me tomé un montón de pastillas con vino, llame a mi mamá en Essex, y me corté las venas."La grabación de "Ultra", una de sus placas más hermosas e incomprendidas, tiene otro intento de suicidio, con Dave que andaba por Los Angeles con un arma 38. Sobredosis más que suicidio " Se me frenó el corazón por dos minutos. Me revivieron al estilo Pulp Fiction." Tiempo después, se limpio "Hasta escribí canciones mías, cosa que nunca había hecho." Gore: "Es un tipo cambiado".

Buenos Aires, 17 de octubre, 30 mil fans celebran la lealtad. Dave está perfecto y maquillado: "Todavía no terminé de leer el libro, por así depirlo."

DEPECHE MODE EN VIVO 17/10 REMIX
Hay mucha gente a quien un DJ le salvó la vida y hay grupos de rock que son más populares que Jesús. Con un poco de una cosa y un poco de la otra, Depeche Mode volvió a dar un recital de antología en Buenos Aires, a 15 años de llenar Vélez, y demostró que no sólo el rock and roll puede dar una satisfacción. Porque están en Primera División, aunque detractores y desinformados no lo crean. Porque tienen uno de los cantantes más carismáticos (por no decir sexy) del planeta. Porque tienen un repertorio a prueba de balas, donde pueden alternar canciones nuevas del CD "Sounds of the Universe" con una colección de greatest hits única en su género.
Aja, esa es la clave: únicos en su género. Nadie logró una combinación tan certera y perfecta de electrónica, tecno, rock y pop como ellos. La prueba está en la cantidad de instantes de felicidad que tuvieron las 35 mil personas que fueron el sábado 17 de octubre al Club Ciudad de Buenos Aires. Delante de todo, lo demostraban con saltos, gritos y brazos en alto. Treinta metros atrás, en el fondo de un campo que se llenó como pocas veces, la gente bailaba sola, en pareja o con los hijos, pero todos brillaban, refulgente, con cada frase y cada arreglo de los temas más fuertes. Pasaron "Walking in my Shoes", "Never Let me Down Again", "Behind the Wheel" y "Personal Jesús", por ejemplo, pero también momentos inolvidables y característicos de sus shows con Martin Gore al frente, como "Jezebel" y "Somebody". Para completar el racconto de los detalles, vale mencionar que al despliegue visual y sonoro se sumaron unas pantalla gigantes creadas por Antón Corbijn, y los músicos invitados Christian Eigner (batería) y Peter Gordeno (teclados). Pero el fuerte estaba en la perfección del trio madre, con los desplazamientos de Gahan por la pasarela, entre la gente, instando a levantar los brazos y observando con real pasión el resultado. Música para las masas, como el disco, y no para una minoría. Porque ya no existe dicotomía entre rock y techno. Eso fue hace mucho tiempo atrás, porque las grandes canciones están más allá de las barreras. Y estos artistas grandes están en el escenario, aquí nomás, uno de ellos casi resucitado y arengando a todos los oídos con la más maravillosa música.
 

 

 
 

Todos Los Derechos Reservados © 2005 | Home

Webmaster | Créditos | Arriba