DEPECHE MODE REMIX
Vinieron otra vez para el Personal Fest. Y lo mejor que
queda es mirar atrás. A 28 años de su comienzo, 28 años
de peligro, inocencia, y el mejor pop que podamos pedir.
Dave Gahan, Andy Fletcher, Martin Gore. No queda otra
que celebrarlo, con la historia que casi nadie sabe.
Los mearon. Aunque no era pis de verdad. Fue en enero de
1981 y el Cabaret Futura era uno de los clubs más
deformes de London en una era en donde London era
realmente deforme. Ahí, podían convivir el nuevo
technopop y grupos de terrorismo arty como el Event
Group, con ciertos problemas. Desde la terraza del
Futura, el Event Group derramaba orina falsa sobre Andy
Fletcher, Vince Clarke, Martin Lee Gore y David Gahan
que eran todos de Basildon, Essex, no tan lejos de
London, ninguno de más de 21 en edad. Nadie entendió el
chiste. Richard Strange, propietario de Futura tiene un
tape del momento. "Tenían cara de nenes como querubines,
llenos de arrogancia nerviosa" dice. Un mes más tarde,
su primer single a 45 rpm, "Dreaming of Me." Eso fue
hace mucho tiempo.
Depeche Mode, si hizo algo, es volver al pop algo que no
te avergüence. Es como bailar en el Titanic. Estamos
aquí, todavía somos jóvenes, y no queda otra respuesta
que seguir bailando. Entre la melancolía teenager
sincera y fascinante, o un sex appeal que derrite
pantalones de cuero. No importa, somos más humanos
todavía. Y las canciones, o las mejores de ellas, pueden
levantar un imperio. No hace falta elaborar mucho al
respecto. En 1977, en Basildon, No Romance In China, o
el duo de covers de Beatles y Stones por Fletcher, que
es anormalmente alto, y Clarke, que es muy petisito, no
era capaz de un imperio. Luego, en 1979, conocen a
Martin Gore, que además de trabajar en un banco, tenía
un sintetizador Moog Prodigy y una máquina de ritmos.
Estaba perfecto, en la era de Kraftwerk, Gary Numan y
Tubeway Army, Bowie transmutado gracias a Brian Eno,
Ultravox, o Human League antes de las chicas coristas.
Martin: "Lo tuve por un mes antes de darme cuenta que
había otros sonidos además del 'Waaaaa!' No tenía ni
idea de cómo programarlo." Fletcher: "No sabíamos un
carajo de música, pero no hacia falta para salir y decir
algo." Entonces, Composition of Sound. Martin: "Eramos
un desastre, no duramos más de tres shows con ese
nombre." Luego, según Fletcher "Conocimos a Dave,
buscando cantante. Lo escuchamos haciendo 'Héroes' de
Bowie y nos pareció bien." Eso es en 1980. Dave: ''Hacía
falta un nombre. Así que se me ocurrió Depeche Mode. Lo
saqué de una revista francesa." Suena bien.
Hay un demo, que llevan a Rough Trade, una disquería que
luego fue sello y editó cosas cruciales como The Smiths,
a ver si vende. Y los indican a Daniel Miller, productor
y agitador, que había editado su propio single muy
cochino y extraño, "Warm Leatherette", y tenía un sello,
Mute,; con bandas ultra de culto y ultra mutantes como
Deutsche Amerikanische Freundschaft, o Boyd Rice. Martin:
"Le pusimos nuestro demo, que tenía 'Photographic', y
puso cara de asco. Salimos pensando que era un hijo de
puta". A ese hijo de puta, se lo encontraron meses más
tarde. Eran soportes de Frank Tovey, o Fad Gadget, uno
de los números electrónicos más fascinantes que puedan
imaginar, y que antes de morir en 2002 fue su soporte en
el tour de "Exciter", irónico como suene y Miller estaba
bailando "Photographic" al costado del escenario. Miller:
"Los firmé a Mute. No sabia si podía llevarlos al Top
75, pero iba a intentar". Nohabia mejores ofertas.
Martin: "Un nigeriano rasta nos quiso llevar a Nigeria a
tocar, pero si nos disfrazábamos de aliens." Clarke era
el songwriter, se lo tomaba todo en serio, y tenía el
instinto suficiente como para fabricar un hit. "Just
can't Get Enough", por ejemplo. O "Nodisco". "Speak and
Spell", con el cisne envuelto en plástico en la tapa,
sale por Mute, octubre de 1981. Las críticas eran
tibias. Sounds y Melody Maker dijeron que estaba OK, y
ya. Había contemporáneos technopop más interesantes, OMD,
Japan, y el primer LP de Soft Cell, o primero de New
Order: todo eso es 1981. Clarke se va. Gahan: "Empezamos
a convertirnos en estrellas pop, nos criticaban por ser
adolescentes, porque nos importaba un carajo ; era la
onda, y Vince no quería salir de gira. No quería ser
famoso." En un ensayo, justo antes de lanzar "Speak and
Spell", Vince muestra un par de canciones, y se va al
baño. El resto de la banda dice a sus espaldas: "Son
terribles, no las vamos a hacer." Vince se da cuenta de
qué va todo, y renuncia. Después hizo Yazoo con Alison
Moyet, o Erasure. Martin: "Se te va tu compositor
principal. Así que deberías preocuparte.
Con más de 60 mil personas en el Rose Bowl de Pasadena,
California, en 1988, ya no deberías preocuparte tanto.
La coronación del tour Music for the Masses, en un
estadio 10 veces más grande de lo que habían tocado
antes. Ni estaban en el Top 40 americano. En el
backstage, D.A Pennebaker, el rockumentalísta que ya
había filmado a Dylan y a Bowie era Ziggy Stardust,
filma a Gahan con jeans blancos y su culo casi perfecto,
mientras juega al pinball y canta "Love is a Drug" de
Roxy Music. El show es épico. 1,3 millones de dólares en
venta de tickets, los fans más excitados que vieron en
su vida. Ni estaban en el Top 40 americano siquiera.
Todo esto lo ven en el film "101". Fue un proceso de
curación musical, de obsesiones con el sonido
industrial, con el rock de guitarras, el sexo, la
tragedia y la culpa, a través de LPs que son el cuore de
cualquier seguidor Depeche, como "Black Celebration" o "Some
Great Reward", y el rol de Alan Wilder como verdadero
músico en Depeche Mode, o Martin Gore, que es la verdad
en Depeche Mode, porque lo terminó escribiendo todo.
Todo esto se ve cristalizado en "Violator", marzo de
1990. "Personal Jesús" y "Enjoy The Silence". Ganan: "De
repente es cool escuchar Depeche Mode." Se habían dado
cuenta en Detroit de que eran dioses del techno: la
banda más blanca del mundo era acosada por fans negros
en una disco. Lo llaman a Francois Kervorkian para
labores de mezcla. Y los clips de Antón Corbijn, con la
banda como cowboys me-gasexuales, o Dave como el rey
solo, con capa y silla plegable, definen una era, o el
fin de una era. Vendieron millones. "Halo", "Policy of
Truth" y "The Sweetest Perfection" son el temblor de la
entrepierna mundial.
"Songs of Faith and Devotion", de 1991, que tuvo el
poder sexualón de "I Feel You", hasta el gótico imperial
de "One Caress . y el tour Devotional con todo lo que se
ve firmado por Corbijn cierra la fórmula. Noviembre de
1991. Depeche Mode llega a Buenos Aires, la primera vez,
estadio Vélez. Martin Gore va a un McDonald's de calle
Lavalle. Pide un McFish, le dicen que no hay, y se
decepciona. El show fue memorable, pero todos se iban
por el toilette. Los últimos cuatro meses del tour
fueron sin Fletcher: "Pensé que tenía un tumor cerebral
de lo loco que estaba, no podía pensar ni comer. Después
me dijeron que era un colapso nervioso." Martin: "Eramos
muy inocentes, hasta Violator. Después las presiones se
triplicaron. Yo bebía muchísimo. Salí de una reunión,
después de dos horas de sueño en días, y empecé a
golpear mi cabeza contra el suelo." El médico le dijo
que no beba más. Gahan: "Yo me sentí muy mal, fui a mi
hotel y me inyecté. Quería vivir la vida del rockero
egoísta sin que me juzguen, convertirme en un monstruo.
Necesitaba heroína a la mañana y a la tarde. Sin ella,
me daban escalofríos. Me tiré al fuego y pensé que era
divertido. Wilder, en la grabación de "Songs of Faith
and devotion", vio las jeringas de Dave, y se espantó.'
Termino el tour y se fue corriendo harto de todo, tras
un disco que fue directo al number one en Inglaterra y
Estados Unidos. Dave: "Mi mujer, Teresa, tambien se
inyectaba. Me dijo que quería un bebé. Le dije que no. ¡Eramos
adictos! No podía mear ni acabar. Estaba en una cascara
sin alma." 1995. Dave: "Robaron toda mi casa en Los
Angeles. Desde mis Harleys hasta los cubiertos. Fui al
hotel Sunset Marquis, me tomé un montón de pastillas con
vino, llame a mi mamá en Essex, y me corté las venas."La
grabación de "Ultra", una de sus placas más hermosas e
incomprendidas, tiene otro intento de suicidio, con Dave
que andaba por Los Angeles con un arma 38. Sobredosis
más que suicidio " Se me frenó el corazón por dos
minutos. Me revivieron al estilo Pulp Fiction." Tiempo
después, se limpio "Hasta escribí canciones mías, cosa
que nunca había hecho." Gore: "Es un tipo cambiado".
Buenos Aires, 17 de octubre, 30 mil fans celebran la
lealtad. Dave está perfecto y maquillado: "Todavía no
terminé de leer el libro, por así depirlo."
DEPECHE MODE EN VIVO 17/10 REMIX
Hay mucha gente a quien un DJ le salvó la vida y hay
grupos de rock que son más populares que Jesús. Con un
poco de una cosa y un poco de la otra, Depeche Mode
volvió a dar un recital de antología en Buenos Aires, a
15 años de llenar Vélez, y demostró que no sólo el rock
and roll puede dar una satisfacción. Porque están en
Primera División, aunque detractores y desinformados no
lo crean. Porque tienen uno de los cantantes más
carismáticos (por no decir sexy) del planeta. Porque
tienen un repertorio a prueba de balas, donde pueden
alternar canciones nuevas del CD "Sounds of the Universe"
con una colección de greatest hits única en su género.
Aja, esa es la clave: únicos en su género. Nadie logró
una combinación tan certera y perfecta de electrónica,
tecno, rock y pop como ellos. La prueba está en la
cantidad de instantes de felicidad que tuvieron las 35
mil personas que fueron el sábado 17 de octubre al Club
Ciudad de Buenos Aires. Delante de todo, lo demostraban
con saltos, gritos y brazos en alto. Treinta metros
atrás, en el fondo de un campo que se llenó como pocas
veces, la gente bailaba sola, en pareja o con los hijos,
pero todos brillaban, refulgente, con cada frase y cada
arreglo de los temas más fuertes. Pasaron "Walking in my
Shoes", "Never Let me Down Again", "Behind the Wheel" y
"Personal Jesús", por ejemplo, pero también momentos
inolvidables y característicos de sus shows con Martin
Gore al frente, como "Jezebel" y "Somebody". Para
completar el racconto de los detalles, vale mencionar
que al despliegue visual y sonoro se sumaron unas
pantalla gigantes creadas por Antón Corbijn, y los
músicos invitados Christian Eigner (batería) y Peter
Gordeno (teclados). Pero el fuerte estaba en la
perfección del trio madre, con los desplazamientos de
Gahan por la pasarela, entre la gente, instando a
levantar los brazos y observando con real pasión el
resultado. Música para las masas, como el disco, y no
para una minoría. Porque ya no existe dicotomía entre
rock y techno. Eso fue hace mucho tiempo atrás, porque
las grandes canciones están más allá de las barreras. Y
estos artistas grandes están en el escenario, aquí
nomás, uno de ellos casi resucitado y arengando a todos
los oídos con la más maravillosa música.
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